Cada día, millones de personas reciben noticias, recomendaciones, alertas y contenidos filtrados por algoritmos. Pero, ¿alguna vez te has preguntado quién decide qué ves y qué no? ¿Quién define lo que es “relevante”?
Vivimos inmersos en una cultura algorítmica, donde las decisiones sobre la visibilidad, la prioridad y el valor de los contenidos ya no las toman solo editores o curadores humanos, sino sistemas automáticos. Y eso tiene consecuencias profundas en nuestra forma de entender el mundo.

¿Qué es la cultura algorítmica?
Es un entorno donde las tecnologías de inteligencia artificial organizan y jerarquizan la información que consumimos. Desde las búsquedas en Google hasta las recomendaciones de Netflix o las noticias en redes sociales, los algoritmos actúan como filtros invisibles que moldean nuestra percepción de la realidad.
Esto no sería un problema si los algoritmos fueran neutrales. Pero no lo son.
¿Cómo deciden los algoritmos?
Los sistemas suelen basarse en variables como:
- Historial de navegación
- Ubicación geográfica
- Interacciones previas
- Popularidad del contenido
- Tasa de clics o tiempo de visualización
El problema es que estos criterios responden a una lógica de rendimiento y atención, no de pluralidad ni profundidad. Así, lo “relevante” se reduce a lo que más clics genera, y no necesariamente a lo que más necesitamos saber.

¿Por qué es un problema ético?
Porque si dejamos que la IA decida qué es visible y qué no sin supervisión:
- Amplificamos lo viral y lo polarizante
- Silenciamos voces minoritarias o disidentes
- Reducimos nuestra exposición a la diversidad
- Fomentamos burbujas informativas
En otras palabras, cedemos el poder cultural a sistemas que no entienden la cultura, solo patrones de consumo. ¿Qué alternativas tenemos?
- Diseñar algoritmos conscientes de su impacto social y cultural.
- Incluir criterios éticos y editoriales en los modelos de recomendación.
- Abrir la caja negra algorítmica: que las plataformas expliquen cómo jerarquizan los contenidos.
- Educar en ciudadanía digital crítica: que las personas entiendan que los resultados no son neutrales.

En DianaTool, la relevancia se construye con criterio
Por eso apostamos por IA explicable, trazabilidad y control humano en la automatización de contenidos. Porque creemos que no se trata solo de llegar a más gente, sino de hacerlo con sentido, diversidad y conciencia.
En la era algorítmica, no basta con aparecer. Hay que preguntarse por qué apareces. Y quién ha decidido que eso es lo que importa.